¿Cómo ir a lugares públicos con tus hijos y no morir en el intento?

Domingosfamilia

Últimamente he observado en lugares públicos (restaurantes, iglesias, centros comerciales…) a padres con sus hijos y me llama mucho la atención cómo es la dinámica cuando se encuentran en estos lugares.

Con más frecuencia observo a padres molestos por el comportamiento de sus hijos, pero sobre todo, observo a padres agotados y que hacen hasta lo imposible para que sus hijos se comporten “correctamente”; frecuentemente los amenazan diciendo que los van a castigar cuando lleguen a casa, que los enviarán a un internado, que no irán a la fiesta del próximo mes y hasta prometen regalarlos a otros padres, sin embargo ninguna de estas amenazas parece funcionar.  

¿Pero esta conducta es natural de los niños o es consecuencia del manejo de los padres? Digamos que es una combinación de ambos aspectos, sin embargo los padres pueden ayudar a sus hijos a comportarse de una manera adecuada en un lugar público sin  morir en el intento.

Aunque debes tomar en cuenta la edad y los intereses de tu hijo, también es necesario enseñarle cómo debe comportarse en ciertos lugares; por ejemplo un restaurante, en el que esperarías que se sentara y tomara sus alimentos sin tener que perseguirlo por debajo de la mesa o no brinque en las silla; o una ceremonia, en donde debe permanecer sentado y en silencio.

Hay ocasiones en las que querrás ir a ese restaurant francés tan lindo que te recomendaron, o ir a la ceremonia de la boda de tu primo, pero te preguntarás sí tu hijo podrá comportarse en ese lugar. Aunque no lo creas, tu hijo es capaz de eso y más, a veces subestimamos a los niños, pero es momento de creer que pueden lograr comportarse como tú esperas en estas situaciones.  Por eso aquí te dejo algunas recomendaciones para lograrlo sin morir en el intento.

  1. Anticípale lo que va a suceder en ese lugar, qué cosas hay y cuánto tiempo permanecerán ahí (Un tiempo considerable de acuerdo a su edad, sí es muy pequeño, no esperes que aguante la sobremesa de dos horas sin moverse ni hablar).
  2. Dile cómo esperas que se comporte (En la boda esperas que no grite o corra por los pasillos de la iglesia).
  3. Responde positivamente el comportamiento deseado (Después de haber aguantado la comida en el restaurant bonito, llévalo por un helado o un ratito al parque).
  4. En caso de que se manifieste una conducta no deseada, bloquea la conducta inmediatamente (mantén la calma, sal del lugar y recuérdale lo que esperas de él y cuánto tiempo más permanecerán ahí)

Verás cómo logras que tu hijo se vaya familiarizando con estos lugares y con el comportamiento que debe adoptar en cada uno de ellos, sin embargo también se consciente de que los niños tienen periodos de atención más cortos que los de un adulto y por lo tanto no debes esperar a que se comporte como tal.

Lic. Fabiola Bazán Alavez
Terapeuta de lenguaje y aprendizaje
Psicoterapeuta familiar y de pareja